DIPLOMADOS

Diplomado Profesionalizante de Cuidadores y Autocuidado

Certificación de Cuidadores de Adultos Mayores


Objetivo general: Preparar al cuidador que acompaña el adulto mayor para ser un profesional especializado y para tener habilidades de asesoramiento en su área profesional.  


El cuidado del adulto mayor cuando se realiza sin la apropiada aplicación de técnicas de afrontamiento y autocuidado, puede originar la sobrecarga del cuidador, un fenómeno que se conceptualiza a partir de dos dimensiones: la carga subjetiva (desgaste psicológico), asociada a las modificaciones de la rutina cotidiana, relaciones familiares, sociales, cambios en los tiempos de ocio, y demás aspectos del entorno; y la carga objetiva (cansancio físico) que se refiere a la dificultad económica, carga fiscal o limitaciones de tiempo, entre otros. La sobrecarga cuando producida de manera simultánea puede desencadenar un descuido extremo de la persona que cuida, síntomas psicosomáticos, cambios en la regulación emocional, o incluso, burnout. 

Diplomado Profesionalizante de Envejecimiento y Vejeces

Certificación de Profesionales de la Salud


Objetivo general: Preparar a los profesionales de salud a evaluar e intervenir con el adulto mayor, en un formato multidisciplinario e integral. 

  

Envejecer es un proceso propio de todos los seres vivos, está relacionado con el declive general de las funciones fisiológicas incluidas las cerebrales; lo que tendrá por consecuencia déficit conductuales, cognitivos y emocionales. El proceso traerá retos propios de la etapa, siendo de los más relevantes son aquellos que involucran la pérdida, de las capacidades funcionales, emocionales y cognitivas ya que dichas modificaciones aunadas a enfermedades crónico-degenerativas pueden llegar a limitar al adulto mayor en la realización de actividades de la vida diaria, trayendo con ello la pérdida de autonomía. 

Diplomado de Tanatología 

Psicooncología y Cuidados Paliativos


Objetivo general: Dar a conocer los principios de la tanatología, psicooncología y cuidados paliativos.  


El cuidar un paciente con una enfermedad terminal implica perseverancia, pasión y conocimiento, pero, sobre todo, la certeza de que para cuidar bien hay que estar bien cuidado. Existen estrategias psicológicas que permiten al cuidador minimizar la sobrecarga y la posibilidad de padecer algún tipo de alteración en la regulación emocional.

TALLERES

Taller Estrategias de Afrontamiento 

para cuidadores de adultos mayores


Objetivo general: Proporcionar a los cuidadores de adultos mayores estrategias de cuidado y habilidades de autocuidado.


El autocuidado debe estar asociado con una buena capacidad de resiliencia por parte del cuidador, considerando que ésta le permite hacer frente a las adversidades de la enfermedad del mayor, superarlas e inclusive ser capaz de aprender con esas adversidades; por la capacidad que el cuidador tiene de comprometerse a factores que promueven la prevención y la percepción positiva del bienestar; por la capacidad de respuesta del cuidador frente a situaciones nuevas e inesperadas; por la capacidad de entender que el cuidado es un proceso de adaptación y aprendizaje; y naturalmente, por la capacidad de ser realista.

Taller de Neuropsicología de la 

Enfermedad Oncológica

Objetivo general: Proporcionar herramientas del conocimiento sobre los cambios neuropsicológicos en la Enfermedad Oncológica


La enfermedad oncológica es una dolencia que genera un deterioro paulatino tanto del funcionamiento general como de la ejecución básica del órgano o sistema afectado; su forma maligna se denomina cáncer y es una de las principales causas de muerte en el mundo. En esta obra se hace un repaso sobre: cómo aparecen las células tumorales, su clasificación, estadios, evaluación, formas terapéuticas y factores de riesgo y protección. Uno de los aspectos más importantes de este libro es que incide en la afectación de los sistemas neurológicos y mecanismos neurocognitivos provocados por tumores encefálicos; por tumores malignos que metastatizan hacia el SNC que son, principalmente, los de pulmón, seno, melanoma gastrointestinal, colorrectal y otros no identificados, mismos que se consideran como los más frecuentes entre la población mundial; y por los efectos neurotóxicos de las terapias utilizadas contra el cáncer. Además, propone procesos de intervención neuropsicológica y psicológica, así como algunos casos que permiten un entendimiento más claro de la afectación neurológica causada por esta enfermedad. 

Taller de Evaluación Psicológica Integral para el Adulto Mayor

Objetivo general: Adquirir las habilidades necesarias para la Evolución Psicológica Integral del Adulto Mayor. 


La evaluación es un factor importante para cualquier trabajo de investigación o de intervención y, por tanto, debe estar debidamente sistematizada. Existen diversos aspectos a considerar cuando se realizar una Evaluación Psicológica Integral, como sean, por ejemplo, las habilidades de observación clínica, la validación y confiabilidad de los instrumentos, mediciones específicas, la capacidad de considerar y aceptar la espiritualidad de la persona con quien trabajamos, bien como su idiosincrasia y otros factores fundamentales para entender su funcionamiento general. Además, la evaluación necesita de un modelo que fundamente la sistematización de procesos y acciones clínicas de su ejercicio.


Los Saberes Humanístas 

Los saberes teóricos, en la formación, equivalen a los contenidos temáticos revisados en sesión, básicamente, teorías, conceptos y taxonomías, que relacionan las dimensiones epistemológicas, históricas y científicas de las disciplinas. El saber teórico está relacionado al saber práctico, porque representa la descripción del conocimiento de cómo solucionar los problemas, aunque dichas descripciones pueden realizarse a partir de la experiencia o de la anticipación del conocimiento, siendo completamente teórico (razonamiento inductivo o deductivo). En realidad, el saber teórico trata sobre la reflexión de la propia práctica, siendo que se aprende para aplicar y solucionar situaciones. 

Sin embargo, los saberes teóricos están asociados a otros saberes: heurístico, que se direcciona precisamente a las habilidades, o sea, a comprender los métodos, técnicas y destrezas que tienen como base el conocimiento teórico, los cuales ofrecen posibilidades razonables de solucionar un determinado problema. Así siendo, la capacidad para llevar a cabo operaciones y ordenamientos lógicos para solucionar los problemas mediante prácticas diversas y situaciones inesperadas. En este sentido, permite elaborar principios (sugerencias para encontrar la mejor solución al problema), reglas (medios para solucionar el problema) y estrategias (permiten organizar los materiales o recursos compilados para solucionar el problema) para encontrar soluciones al problema que analiza el estudiante.

Mientras que los saberes axiológicos equivalen a las actitudes y su integración en valores, actitudes entendidas como la expresión de los valores en la actuación del individuo y su predisposición relativamente estable del comportamiento humano. Por otras palabras, implica la noción de los valores morales, éticos, estéticos y espirituales del ser humano, con el propósito de obtener excelentes resultados sobre lo que el estudiante quiere hacer, es decir, para cumplir sus objetivos y fijar metas.

Estos saberes si bien aplicados y en coherencia con las estrategias adecuadas pueden lograr la formación de los estudiantes desde varias perspectivas: 

El saber teórico tiene, así, un importante compromiso con los saberes heurístico y axiológicos, porque estos permiten identificar, diseñar o evaluar las competencias que ese mismo saber teórico debe tener para el estudiante; en este sentido, cuando los saberes son claros y las competencias congruentes, entonces tenemos, como acabamos de mencionar, una formación global del estudiante – egresado. 

En este contexto se entiende que el aprendizaje debe promover una serie de actividades mentales complejas, que se basan en el pensamiento y en la subjetividad de la experiencia, considerando, sobre todo, la investigación aplicada, la integración de aprendizajes previos y simultáneos, el trabajo colaborativo, la capacidad de reflexión, la innovación y pertinencia, la toma de decisiones, sin olvidar, claro está, el empleo de las tecnologías de información y la comunicación (TIC). 

¡Bienvenidos!